miércoles, 26 de diciembre de 2012

Soys.


Soys. Lo seguiré escribiendo con "y". El motivo es simple, cabezonería.

La cabezonería. El cerrar la mente. Es el error del ser humano más común e inevitable. Las mentes, por muy abiertas que estén, siempre se suelen cerrar en banda en uno u otro aspecto de la vida. Nuestra mente está hecha para comprender una serie de cosas, llamadas caprichos y necesidades, y ya está. No vale para comprender a otras personas, a no ser que sea capricho o necesidad. Interés. Interés es la palabra. Si realmente uno se interesa en alguien, puede llegar a comprenderle, sin tener que compartir esa visión. El mundo sería más fácil con visiones objetivas, y robóticas, pero menos divertido, y menos humano. Y la gente como yo no existiría. O seríamos adictos al soma, a las drogas sintéticas, o a cualquier tipo de placebo en forma de droga.

La droga. Sí, hoy, como diría una joven concienciadora (juraría que acabo de inventarme esta palabra) de mentes adolescentes, voy a hablar de la droga. La droga está mal conceptuada en esta sociedad. No funciona prohibirla. No funcionan las charlas informativas ultrafantasiosas en las que te dicen que si te fumas un maca de hierba la policía puede multarte durante 30 días si te hace un test de saliva. ¿Y legalizarla? ¿Regularizarla? ¿Informar de verdad? Son cosas que la mayoría de políticos no se plantearían, un progreso retrógrada. Un retroceso en la salud pública. O no. Es un tema muy complicado, pero no entiendo ciertas cosas. La marihuana es ilegal en España. Nadie puede morir de sobredosis de marihuana. El tabaco es legal en España. Dios, y la ministra de sanidad, saben cuántos muertos se producen por el tabaco solo en España. El alcohol es legal. Dios, y cualquier joven que se mueva un poco por su ciudad, sabe los estragos que causa el alcohol por las noches. El único interés en mantener la ilegitimidad de la droga posiblemente sea económico. Sí, económico. Hay gente, mucha, que con ese dinero negro crea negocio al pez gordo del maletín y el traje. El dinero negro, pasa a ser dinero blanco, y aumenta el capital del narco y del blanqueador. Cadena que no interesa romper. La sociedad funciona. El rey cobra su dinero, y el presidente el suyo, al igual que el narco y el sucio empresario explotador. ¿Qué problema hay? Si acaso lo hubiese, culpemos al negro de la esquina. Que seguro que vende droga a los niños.

El sarcasmo. Dícese de la figura retórica favorita de los políticos. Si las promesas electorales no son sarcasmos, la política es un sarcasmo en sí. 

"Hoy solo sonrío recordando, porque no quiero que la vida de para más".

jueves, 6 de diciembre de 2012

Réquiem.


Clavando manecillas de relojes en los dedos.

El tic tac se me clava en la sien. En los dedos. En el alma. En los pies helados por el frío invierno, o en la cálida sensación veraniega que se evaporaba entre alcohol y sexo. Sí tío, lo llaman vivir. Tomarse la vida como un regalo quizá sea tan error como tomársela como un tormento, castigo. La vida es vida. No tenemos nada más asegurado, así que, hay que vivirla con la seriedad suficiente como para no arrepentirnos de demasiadas cosas, y con la relajación que hoy en día la sociedad no nos permite. Esto viene a ser una reflexión sobre mi punto de vista de la vida en general.

La vida. La vida debería ser libre. Alejada de relojes. De humo. De nieblas. De oscuridad. De la muerte. La vida solo podría ser confundida con la muerte cuando esto sea irremediable. Una vida no debería provocar la muerte en otra vida, a no ser que esta vida considere la suya propia como suplicio. Oséase, sobre el dilema eutanásico. Una vida solo debería llevarse a cabo si no fuese más que a arruinar la suya propia y la de sus congéneres. Oséase, sobre el dilema abortista. Una vida no debe valer más que otra vida. Oséase, sobre el dilema de la sociedad estamental en la que vivimos. Una vida no debe ser oprimida por pensar de forma distinta. Oséase, sobre el dilema fascista. Una vida no debe ser oprimida por tener distinta apariencia. Oséase, sobre la caza indiscriminada de personas y otros animales.

Tonterías aparte, la vida hoy en día es un valor a la baja. Con algo de dinero, puedes modificar, eliminar, reemplazar, amargar, menospreciar, sobrevalorar e incluso, crear una vida. Cuánto asesinato por la televisión, y cuánta insensibilización. El ver decenas de niños muertos en diversos rincones del planeta mientras se procede a comer en la mesa, y que todo pase sin importancia, es lo habitual. Al escribir esto no estoy haciendo activismo por nada, ni busco que te metas en ninguna ONG para parar esto. No pretendo que votes a un partido, ni parecido. Solo quiero que pienses. Piensa. Hazlo. Hay gente muriendo en Palestina, aplastada por el capital, por el dinero, por el poder. El poder sobre las vidas es más importante que las vidas propias hoy en día. Ese chaval tira piedras al tanque porque asesinaron a su familia para construir sobre los escombros una serie de pisos para isrraelitas. Ese niño muere de hambre porque las modelos multimillonarias pueden comer y no quieren.
Y mírate. Dices que quieres morirte porque te ha dejado el novio.
Y mírate. Dices que quieres morirte porque te han castigado tus padres.
Y mírate. Dices que quieres morirte por catear cuatro asignaturas.

Tío, valora tu vida. Si tú no lo haces, no lo va a hacer nadie. Hoy en día el valor de una vida no es más que el valor que le des tú. Porque el resto de gente no va a valorarla. Quizá los que te rodean, sí, pero...¿a caso sirve para algo si no la valoras tú? Esto no es un mensaje anticapitalista, ni anarquista, ni positivista, ni nada. Te estoy pidiendo a ti, que en tus manos está tu destino, que luches por lo que quieres, y por todo lo que puedas, sin aplastar a otras vidas. Te estoy pidiendo que desarrolles tu libertad. Que huyas. Que vueles. Que pienses: "Estamos puteados por los de ahí arriba. Quizá no pueda hacer nada, pero joder, ya que yo puedo llegar a lo que quiera, lo voy a hacer. Voy a dar valor a mi vida". No quiero que valores el dinero, a no ser que ese sea tu propósito. Entonces hazlo, consigue dinero si eso te hace más feliz, siempre y cuando, respetes a las personas. Únete a una ONG para ayudar a los refugiados, o comprate esa bolsa de patatas fritas que tanto te gusta. Lo que sea tío, pero valora tu vida. Los hay que no pueden.

Mi vida perfecta estaría compuesta de todo lo que no se suele valorar a día de hoy. La libertad plena. La huida de las dimensiones espacio-temporales, económicas, y del resto de cosas en las que tú y todos nos vemos involucrados de una forma u otra, y que para algunos pueden suponer metas, y sin embargo, para mí, son una opresión.

Del de los pájaros en la cabeza.


martes, 27 de noviembre de 2012

¿Dios?


Miró con gesto valiente hacia la luz que todo lo cegaba. Era una luz extraña, ambigua, más típica de un foco de interrogatorio que de lq luz que dicen que se encuentra al final del túnel . A él ya no le afectaban las cosas. Sabía a qué se enfrentaba, y que todo dependía del valor que le diese a las cosas. Y para él, todo aquello era insignificante. Los errores pasados no eran pecados, solo eran parte de ser humano. Si no consiguieron venderle la fé, no conseguirían venderle el cielo, ni hoy, ni nunca.
En el estado en el que se encontraba no recordaba la edad que tenía, tuvo, o lo que fuese. Era como si la memoria se le hubiese reseteado en ciertas partes, lo justo como para permitirle una conciencia, un habla, una serie de datos personales y otra serie de recuerdos que no sabía con exactitud a qué venían.

-Hola. Esto es lo que querían que pensases en la Tierra.
-¿Pero qué coño?
-Dos de cada tres usan la misma expresión. Ay, estos hombres...
-¿Dios?
-Ya quisiera. Firme aquí para su ingreso en la sociedad.
-¿San Pedro?
-Que no tío. Que esto no es el cielo. Una cosa es lo que querían que pensases, otra cosa es la realidad. ¿Has visto Beattle Juice?
-Sí. Aunque no la recuerdo.
-Vale, pues esto es igual. Entras, aprendes, trabajas hasta agotarte, y te vas.
-¿Esto es el paraíso?
-Llámalo equis, llámalo alpha...
-¿Y todo lo aprendido en vida?
-Lo aprendido en vida, para la vida. Lo aprendido aquí, para aquí. Eso sí, no puedo prometerte nada después de esto.
-Podéis inventar un libro sagrado para ello, deberíais intentarlo.
-El ser humano tropieza dos veces con la misma piedra. Pero no dos veces con una mentira universal.
-¿Dónde decía que tengo que firmar?


Las historias ficticias son ciertamente improbables en su condición de ficticias. Imagínate una historia en la que un zombie es el hijo del creador de toda la vida y del universo. Por Dios, si este hubiese existido y hubiese mandado realmente un emisario a la Tierra para interpretar su "palabra", seguramente habría sido más parecido a Hitler o a Bush que al Jesús que todos hemos visto y conocemos. Y eso es así.


Aprieta, pero no ahogues. Quiero llegar al límite. Sufrir, pero sin llegar a molestarme, inmutarme por ello. Que me empujes hasta el borde, al límite. Que me dejes el último aliento para mí, y solo para mí. Que el filo quede a un centímetro de lo más profundo. Que hagas que todo deje de importar hasta un punto mínimo. Que las lágrimas queden en el borde de las glándulas lacrimales. Que la locura no llegue a contagiarme por completo. Que el odio no llegue a contagiarme por completo. 

Y ahora, haz que abra mis ojos frente a los tuyos.

martes, 6 de noviembre de 2012

Religión.


"Si yo sugiriera que entre la Tierra y Marte hay una tetera de porcelana que gira alrededor del Sol en una órbita elíptica, nadie podría refutar mi aseveración, siempre que me cuidara de añadir que la tetera es demasiado pequeña como para ser vista aun por los telescopios más potentes. Pero si yo dijera que, puesto que mi aseveración no puede ser refutada, dudar de ella es de una presuntuosidad intolerable por parte de la razón humana, se pensaría con toda razón que estoy diciendo tonterías. Sin embargo, si la existencia de tal tetera se afirmara en libros antiguos, si se enseñara cada domingo como verdad sagrada, si se instalara en la mente de los niños en la escuela, la vacilación para creer en su existencia sería un signo de excentricidad, y quien dudara merecería la atención de un psiquiatra en un tiempo iluminado, o la del inquisidor en tiempos anteriores". B. Russel.

Es muy sencillo lo que se quiere decir con esto, que la razón por la que la religión organizada merece hostilidad abierta es que, a diferencia de la creencia en la tetera de Russell, la religión es poderosa, influyente, exenta de impuestos y se la inculca sistemáticamente a niños que son demasiado pequeños como para defenderse. Nadie empuja a los niños a pasar sus años de formación memorizando libros locos sobre teteras. Las escuelas subvencionadas por el gobierno no excluyen a los niños cuyos padres prefieren teteras de forma equivocada. Los creyentes en las teteras no lapidan a los no creyentes en las teteras, a los apóstatas de las teteras y a los blasfemos de las teteras. Las madres no advierten a sus hijos en contra de casarse con infieles que creen en tres teteras en lugar de en una sola. La gente que echa primero la leche no da palos en las rodillas a los que echan primero el té.

domingo, 21 de octubre de 2012

Soledad.

Debéis aprender una cosa, imprimirla en vuestra mente todavía maleable: el hombre tiene horror a la soledad, pánico, tememos la soledad. Y de todos los tipos de soledad, la soledad sentimental y moral es la más terrible. Los primeros ermitaños vivían con Dios. Habitaba en el más poblado de los mundos: el mundo de los espíritus, de los dioses (marihuana dubidu). Pero... el primer pensamiento del hombre, sea un ermitaño, un leproso, un prisionero, o un jodido pescador, es éste: tener un compañero para su desgracia. Para satisfacer este impulso, que es la vida misma, emplea toda su fuerza, todo su poder, las energías de toda su vida. ¿Hubiera encontrado compañeros el Che para su revolución sin este deseo todopoderoso? Sobre este tema se podría escribir todo un poema épico, que sería el prólogo del Paraíso Perdido, porque el Paraíso Perdido no es más que la apología de la rebelión, una apología de Jhon Milton de más de 10.000 versos, pero que no tiene perdida.
 Pero no me andaré más por las ramas, voy a procurar mostraros esa necesidad de sentirse unido a los otros, ya que esto no posee ninguna cualidad misteriosa, y deseo señalar la dirección en la cual, según mi opinión, puede hallarse la respuesta al por qué de este temor a la soledad.
Un elemento muy importante lo constituye el hecho de que los hombres no pueden vivir si carecen de formas de mutua cooperación. En cualquier tipo posible de cultura el hombre necesita de la cooperación de los demás si quiere sobrevivir; debe cooperar ya sea para defenderse de los enemigos o de los peligros naturales, ya sea para poder trabajar y producir. Hasta Robinson Crusoe se hallaba acompañado por su servidor Viernes; y sin éste probablemente no sólo hubiera enloquecido, sino que hubiera muerto. Cada uno de nosotros ha experimentado en la niñez, de una manera muy severa, esta necesidad de ayuda ajena. A causa de la incapacidad material, por parte del niño, de cuidarse por sí mismo en lo concerniente a las funciones de fundamental importancia, la comunicación con los otros es para él una cuestión de vida o muerte. La posibilidad de ser abandonado a sí mismo es necesariamente la amenaza más seria a toda la existencia del niño.
Hay, sin embargo, considero que hay, otro elemento que hace de la pertenencia (lo que viene a ser el "need to belong" literario) una necesidad tan compulsiva: el hecho de la autoconciencia subjetiva, de la facultad mental por cuyo medio el hombre tiene conciencia de sí mismo como de una entidad individual, distinta de la naturaleza exterior y de las otras personas. Aunque el grado de autoconciencia varía, como será puesto de relieve a medida  que vayamos madurando, la existencia le plantea al hombre un problema que es, evidentemente, esencialmente humano: al tener conciencia de sí mismo como de algo distinto de la naturaleza y de los demás individuos, al tener conciencia -aun oscuramente- de la muerte, la enfermedad, la vejez, el individuo debe sentir necesariamente su insignificancia y pequeñez en comparación con el universo y con todos los demás que no sean "él". A menos que pertenezca a algo, o a alguien en cuanto a lo que pertenecer sentimentalmente hablando nos referimos, a menos que su vida posea algún significado y dirección, se sentirá como una partícula de polvo, y se verá aplastado por la insignificancia de su individualidad. No será capaz de relacionarse con algún sistema que proporcione significado y dirección a su vida, estará lleno de duda, y ésta, con el tiempo, llegará a paralizar su capacidad de obrar, es decir, paralizara su vida. Es por esto por lo que el ser humano combate la soledad de formas que escapan al raciocinio que nos caracteriza.

Con palabras sencillas, sintiéndome solo aprendí que en la vida no todo es avanzar, sino que a veces, hay que dar un paso atrás, corregir errores. Pero que se yo, al fin y al cabo, si os habéis metido a leer una entrada cuyo nombre es soledad, es porque probablemente, ya os sintáis tan solos como yo escribiendo sobre la soledad, y entonces yo no puedo hacer nada para ayudaros, más que deciros que si os sentís solos, es porque ahí fuera hay alguien que no ha sabido apreciar vuestra compañía.

La soledad no existe, son los padres.

"Morir en la lucha contra la opresión a la libertad es la máxima expresión de la individualidad humana"

jueves, 11 de octubre de 2012

Colisión.

Colisión.

Haría el mismo frío que esta noche. Quizá más. La misma poca luz, la que regalan las noches cerradas en una calle escondida de una gran ciudad, con farolas centelleantes, escondidas entre ramajes de árboles alquitranados. Sería tarde. Eso es exactamente mi historia. Una hora tardía, entre sombras, alquitrán y vapores gélidos.

Y desamor por todo, y sobre todo.

Comencemos por donde debemos. Hace ya tiempo de aquella época en la que hacía el amor una vez por semana con una chica a la que podía abrazar y dar conversación tras hacerlo. No sé en qué momento decidí echar todo por tierra, pero decidí hacerlo. Lejos de arrepentirme, lo volvería hacer, sólo para recibir el sufrimiento que merezco como ser humano, y como ser egoísta.
No me importaba su nombre, y nunca lo supe. Ni tan siquiera quiero saberlo. Sería como poner nombre al dolor. Es impregnar de afecto el odio más oscuro y tormentoso.
Cómo iba diciendo, hace ya tiempo de aquella época en la que la vida era maravillosa con sus defectos y sus pequeños destellos de sol. Como fecha, tan sólo recuerdo aquel 5 de Noviembre, y lo que sobrevino después.

- ¿No quieres tener un futuro?
- Esto es lo que se supone que es el futuro. Sin putos coches voladores ni robots que trabajen   por mí. Sin trajes metálicos ni extraterrestres destruyendo monumentos, o fecundando mujeres. No es la mierda que nos vendieron, es la mierda que nos merecemos. Esto es el futuro que yo no imaginé hace 20 años, pero al fin y al cabo, es el futuro.
 - Me refiero a....
 - Sé a lo que te refieres. A tener dinero en el banco, un coche familiar, y un perro al que  al que sacar a las 6 de la mañana. ¿Y sabes qué? Prefiero morirme de asco bajo la  contaminación de esta ciudad antes que ser cualquiera.
 - Tu futuro no tiene que ser su futuro.
 - Mi futuro...quizá tengas razón. Quizá. Quizá tenga que pensar en mi futuro.
 - A eso me refiero. No tienes que ser el esclavo de nadie, ni el prototipo perfecto...
 - Que te follen.
 -¡¿Qué?!
 - Que que te follen. Lo mejor que nos puede pasar a ambos es que nos olvidemos.
 - ¿Pero que te pasa ahora?
 - No quiero ser feliz. No he nacido para ser feliz. No he nacido para tener una vida, he nacido para no tener motivos por los que vivir ni por los que morir. No quiero ser feliz. Realmente ni te quiero. Simplemente me he acomodado a ser un cualquiera. Que te follen.

Nunca recordaré su cara al verme por última vez. Porque no tuve el valor de mirarla a los ojos.

Por supuesto que nunca la eché de menos.

Lo siguiente que hice fue recoger todo lo imprescindible para viajar sin rumbo, y pillar toda la pasta que me fuese posible. Con la música en los cascos, la voz interior tuvo que gritar más de la cuenta para ensordecerme de dolor.

Cogí los tres primeros autobuses que pasaron, hasta acabar en la estación. Una vez allí, ¿dónde ir? Por ahora tenía dinero para el viaje, y un mes de comida en lata y búsqueda intensa de curro basura. Lo justo para vivir como cualquier humano mientras me planteaba el qué hacer para no sentirme como cualquier otro. Sin pensarlo mucho más, cogí el billete que antes me llevase lo más lejos de allí.
Y así es como cogí mi destino como quien coge la rutina. En 10 horas estaría fuera del país, descansando en cualquier pensión de media estrella, frecuentada por prostitutas y padres de familia, que no hablaban mi idioma. Entonces pensé que una clase extra de francés en boca de alguna de aquellas bilingües no estaría de más. Y así me dormí.

Con el estómago lleno, decidí llegar a base de transporte gratuito hasta la ciudad que más insignificante me hiciese parecer. No pensaba en el qué hacer, tan sólo en el llegar donde no fuese nada más que nada. Y así es como me planté en el infierno.

Despertar en una pensión que bien podría ser menos acogedora que un féretro era lo de menos cuando uno tiene el problema de sobrevivir sin tener ni puta idea de para qué. Decidí darme una vuelta por la ciudad, perderme, y que alguien me encontrase. Paseé por parques que no acababan excepto cuando no querías que acabasen, comí insalubridad y rapidez, y digerí la precipitación con la que había roto con todo lo anterior. Quizá todo esté muy precipitado. Procedo a explicar.

Mi nombre no importa, pero tenía la vida que cualquier persona normal sin excesivas aspiraciones ni excesivos problemas. Pero para empezar, yo era un problema. Había tenido múltiples relaciones con personas increíbles, y ninguna me pareció más que un intercambio de fluidos y verborreas insustanciales sobre cualquier gilipollez, ya fuese metafísica o hablar sobre cervezas. Tuve un trabajo, y posiblemente en el trabajo sigan pensando que lo tengo. Tenía un bonito móvil táctil con un protector de pantalla de estrellitas que era la rehostia. Y una caja de ansiolíticos perpetua en la mesilla de noche. Y un iPod. Y un reloj carísimo que desgastaba mi vida.

Y ahora estoy en busca de lo que me faltaba entonces, la libertad, el amor, el odio, los problemas, las soluciones. La vida.

- ¿Tienes fuego?
- ¿Cómo?
- ¿Que si tienes fuego?
- No tengo, y por favor, no te vayas.

jueves, 4 de octubre de 2012

Patriotismos.



Patriotismos.

Hablando con un amigo sobre no sé qué, salió el tema de los nacionalismos. A continuación, quiero exponer mi visión.
El patriotismo viene a ser el sentimiento de apego por el lugar donde naciste, creciste, o resides. Este apego lo suelen defender los patriotas por encima de todo. Bien. Yo no creo en las naciones, fronteras, banderas ni ese tipo de cosas que crean guerras, diferencias sociales, y excusas para matar. Por lo tanto, no puedo sentirme patriota. No entiendo a la gente, la verdad. El orgullo patrio es una mentira que le encanta a esta sociedad. Uno puede sentir orgullo por algo de lo que puedes presumir estar orgulloso. Sentirse patriota en España es el respeto a sus tradiciones, como el maltrato animal por diversión. Sentirse patriota en Estados Unidos es el respeto a sus tradiciones, como achicharrar inmigrantes en sillas eléctricas. Sentirse orgulloso en Australia es el respeto a sus tradiciones. Bueno, no conozco las tradiciones de Australia. Aquí quería llegar.
El patriotismo nace de el desconocimiento. No puedes sentirte identificado con un ideal, o sentimiento como el patriotismo, ya que engloba realmente a una serie de personas, con las cuales no vas a coincidir en la idea sobre la propia patria. Entonces, cada uno es patriota de su propia patria, pero no de una patria en común. A mí no me van a vender un sentimiento el cual no necesito.
Los argumentos de "me gusta el idioma, el clima etc." no valen para el patriotismo. Valen para hacer turismo, vivir en un lugar, y que te encante un lugar. Pero de gustarte un lugar, al patriotismo, hay un gran trecho. Los patriotas suelen usar ese lema de "por mi país mato, y muero". Y me encanta. Supuestamente estarías matando o muriendo por un país, que compartes conmigo, y yo en absoluto mataría o moriría por esa persona. Y como yo, prácticamente todos los patriotas, no patriotas, y semipatriotas. Asumid que es una mentira que os han metido en la cabeza para defender los intereses de otras personas. Y si no queréis asumirlo, no lo asumáis. Pero no presumáis de una patria la cual apesta a toro muerto, a policías consumidores de droga, y a ejército. Todo país que apesta a ejército no puede ser mi patria. Si estás orgulloso del máximo organismo patrio, no congeniarás conmigo. El ejército...en fin.
Que eso. Las patrias no existen, son los padres.
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"Buscandola, encontrandola, y perdiendola en cada despedida". 

sábado, 29 de septiembre de 2012

Música.

"Pocas personas saben tocar un instrumento, pocas saben leer las notas en un pentagrama. Que te guste la música no tiene nada que ver con eso. Porque la música no hay que entenderla, te llega y te toca, sin que sepas por qué. Ésa es su esencia. Pero tocarla, hacerla... es diferente. Cuando tocas, cada nota tienes que tocarla como si fuese la última, dar de ti mismo todo lo que debes, no importa si es haciendo un sandwich, o tocando delante de 20.000 personas, porque hay que hacerlo, darlo todo de uno mismo a lo que se esta haciendo en ese preciso instante. Por eso, como decía Mozart, lo mas importante, difícil y principal en la música, es el tiempo. El tiempo se compone de momentos que se suceden progresivamente, pero a la hora de tocar, no importa el momento, simplemente hay que hacer eso, darlo todo de uno mismo, en todo momento, porque cuando uno toca, toca su vida, da igual el instrumento, y el equipo, eso realmente no importa, porque tu sonido es el sonido de tu cerebro y tus dedos. Nietzsche decía que sin música la vida sería un error, para un músico, sin música la vida no sería un error, sería una putada. Al fin y al cabo, la música es sinónimo de libertad, de tocar lo que quieras, cuando quieras, y en el mundo en el que vivimos hay que luchar por esta libertad. Una vida dedicada a la música es una vida empleada de una de las mejores formas. La música es el corazón de la vida, sin ella no hay bien posible. La música puede dar nombre a lo innombrable y comunicar lo desconocido, en la música todos los sentimientos vuelven a su estado puro y el mundo no es sino música hecha realidad. Con la música, la vida tiene más sentido. En la música no hay límites, ni barreras, ni fronteras. La música es libertad. La música es ser libre y no estar atado a nada, no intentar encajar en ninguna moda, estilo, o categoría, y esto... esto es extensible a la vida en general. A tu aspecto, a tu modo de hablar, a tu modo de actuar, a tu modo de vivir".


Quiero llegar a ser arte, comprender el arte, y borrar todas las fronteras que tiene el ser un humano más. Un chillido reverberante en el espacio queda mudo. Una palabra sin ojos queda sorda. Despiértame cuando vuelva la tormenta, procura que este ella a mi lado.

viernes, 28 de septiembre de 2012

Castillos.

¿Nunca has visitado uno de esos castillos? No me refiero a los castillos corrientes, no a esos que se cuentan por cientos, medievales de murallas altas y fuertes torres que desafían al viento. Un castillo de verdad, no como los que se visitan en familia los días de puente, como simple pretexto para malgastar el dinero en un restaurante lejos de casa, porque a quien demonios le interesa un castillo, su historia o la maldita seguridad social cuando hay un sitio donde comer y malgastar el dinero de forma estúpida.

¿Nunca has paseado por un castillo como te digo? No como esos que los directores americanos utilizan para los rodajes de sus largometrajes estúpidos, sin trama y con tantos fallos históricos,  cronológicos y lógicos que podría escribirse un libro mas largo que la Biblia relatándolos, esos castillos tampoco merecen más de un vistazo, muy a pesar de la historia que relatan sus piedras.

Los castillos de los que te hablo no los puedes tocar. No puedes pasear por sus interminables galerías y aposentos, que algún día acogieron a grandes nobles farsantes entre sus piedras. No puedes admirar sus tapices, o sus altas almenas, sus vidrieras, sus murallas. Ni tan siquiera encontrarás una triste exposición tejida por maquetas de batallas que a ti y a mi no nos importan lo más mínimo.

Los castillos de los que hablo ni tan siquiera son fáciles de encontrar. No hay indicaciones para llegar hasta ellos, solo surgen de la nada, sin más, y de pronto tropiezas con un muro de cientos de años de antigüedad que es tan tangible como mis botas y tan efímero como el vapor de agua que exhala tu aliento.

Créeme cuando te digo que esos castillos, y no otros, son el tipo de castillos por los que cualquier persona mataría por conquistar. Es el tipo de castillo en el que yo me consumiría ¿sabes? Sí... realmente eso es un castillo por el que merecería la pena morir... tú ya me entiendes.
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Nunca me he interesado mucho por la poesía. Siempre me ha parecido ridículo tener que estudiar miles y miles de líneas sobre autores que no aportaron nada a la historia y al mundo más que palabras. Eso fue hasta que me hice consciente de que mediante palabras se cambia el mundo, así que en un momento de aburrimiento me anime a escribir algo . Aquí tenéis algo de lo que salió:

Imperfecciones.

... Y le pidió a la Luna una sonrisa
escueta y desmedida en placeres.
Y la Luna, tan oscura en su prisa,
se ocupó en sus mil quehaceres...

Él llenó su pecho de los colores
negros que trajo la eterna brisa.
Y desterró a tantos nobles señores
de su camino de musa y risa...

Veréis que buscaba en el silencio
y a gritos la respuesta exacta
a sus plegarias de poeta absurdo,

que su Dama, amplia en desprecio,
le enviaba con voluntad recta
a su sendero de piedras, el mundo.

jueves, 27 de septiembre de 2012

Como espejos convexos.

Antes de nada, esta entrada solo van a poder entenderla aquellos que lleven en mi colegio tanto, más, o un tiempo similar al que llevo yo.

Como espejos convexos:

Hace poco que tengo una sensación, más o menos desde que empecé este último curso. Hace poco que me esfuerzo realmente por ser más consciente de todo: el olor a tiza, que se cuela en mi nariz como en las huellas dactilares de los maestros, y se queda ahí, flotando en mis pulmones, el olor a adolescente, a lápiz, a tinta, a risas de las dos y media, y el olor a comedor, que baila con mi percepción al ritmo que marca Yolanda, que lleva en este sitio tanto o más que yo, y que no ha faltado ningún día a su guardia delante de la papelera. Se que relativamente pronto llegará, oficialmente, el último día de clase, y no estoy contento, porque esta vez, y sólo esta, será el último para siempre.

¿Cómo se deja atrás en un solo día el lugar que ha sido tu segundo hogar durante toda una vida? Desde el preciso instante en el que me senté a jugar solo y desorientado en la moqueta de infantil, ese instante en el que otro niño se acercó a jugar conmigo, y lazos etéreos ataron nuestros afectos para siempre; ese día supe que tenía una nueva casa, y que él, Dani, siempre estaría en ella.

Todos éramos pájaros sin alas por aquél entonces. Fue Monse, hace ya 12 años, quien vio como nos crecían las primeras plumas. Con ella recorrimos las letras con los dedos, y el color y la imaginación cobraron un nuevo sentido, muy especial y diferente.

Al año siguiente, Mari Carmen, fue la locomotora de nuestro tren durante 2 años, con ella comenzamos a planear. Sólo ahora y sólo nosotros sabemos cuanto esfuerzo debió suponerle lidiar con unos pájaros tan inquietos. Las puertas del conocimiento se abrían, nos invadía con recelo la suficiencia que otorga el saber.

En ese preciso instante, María, Reme, y Quique relevaron a Isabel, y fueron los encargados de enseñarnos que volar no lo es todo en la vida de las aves. María sacó de nosotros hebra a hebra la fantasía que todos llevamos dentro, nos enseñó a hacerla real. Reme empujó un poquito más allá de la línea que marcaba el límite de nuestro conocimiento. Quique, siempre con una sonrisa, nos enseñó que los números, en realidad, son mucho más sencillos que la vida misma.

Recuerdo las carreras con Ginés y con Ana, la energía insoportable, las peonzas y los zancos, las piruletas, el barro de los días de lluvia, el carnaval, los festivales y todo aquello que pasó a un segundo plano cuando cambiamos nuestro patio colorido por otro de cemento y sol.

Al principio intentamos perpetuar las carreras y las risas, quisimos seguir siendo tan libres e irracionales como éramos antes, pero pronto nos dimos cuenta de que era otro tipo de comportamiento el que se esperaba de nosotros, comprendimos por qué este nuevo patio no tenía color. Algo había cambiado y cambiaba día a día, indefinidamente, y a una velocidad de vértigo.

Lidia, Carmen "la de física y química" eternamente unida a su epíteto, Emma, Juan Carlos, Paco, Carmen "la de eduación física", Pedro, Lola, Cesar, Jesús, Elena Chamorro y Raquel, siempre atenta, nos acompañaron en este tramo del camino, proyectándonos una imagen alargada y mejorada de nosotros mismos, como espejos convexos. Las chicas crecieron más que los chicos, pero nosotros en pocos años recuperamos nuestro terreno, al menos en el plano físico. Cada vez nos invadía una seguridad mayor, un conocimiento tan amplio que a la mayoría de nosotros nos invadió la prepotencia y la soberbia adolescentes. Fue en 3º de la E.S.O cuando los libros más gruesos que habíamos visto nunca nos pusieron los pies en el suelo, y dejamos de volar, porque una nueva consciencia se coló en nuestras pestañas.

Muchos de nuestros "profes" se quedaron en las mismas aulas y nosotros seguimos con el viento de Otoño que arrastra las hojas hacia nuevos y diferentes horizontes. Carmen, Pedro y Lola se quedaron, y también Consoli, Gloria, Suzanne y Carmen, Rafa, y Manolo, y todo el respeto que nos infundía a todos, pero que seguro puedo decir que jamás olvidaremos.

No recuerdo en que momento dejé de oler el barro, la risa, el lapiz, el frio de las nueve en punto y el comedor de las dos y media, pero se que fue en el mismo instante en el que supe que este hogar no duraría para siempre. Las paredes, y los profesores que nos estiraron y moldearon, los ladrillos, las mesas y sillas verdes y las puertas rojas, y el cemento gris... todo seguiría ahí pero nosotros ya no seríamos parte de ello.

Para cuando dimos el último salto y bajamos a las aulas de los mayores, el peso de los libros casi nos anclaba al centro del mismo planeta. Manolo siguió con nosotros, y diré en confianza, que se transformó en cordero a nuestros ojos, Carmen, siempre paciente, nunca nos soltó la mano, igual que Gloria, Chamorro, Suzanne y Carmen,  Josu, siempre con una sonrisa para todos, y Antonio. A día de hoy Miguel Ángel, y su voz, que bien merece una mención aparte, Fernando, y sus chistes preparados, y Chema... Chema, que ha dejado por los suelos mi idea de que los números son sencillos.

Tantos han sido los espejos convexos que me han acompañado durante toda esta vida, reflejando mi imagen, retocándola. Siempre preocupados, siempre atentos, esculpiendo día a día la huella que todos, inevitablemente, dejarán en mi mismo, en lo que hoy puedo decir que soy y he sido. Aquí, entre el cristal y los ladrillos quedará prendida una parte de mi, de ellos, y de todos nosotros.

Ahora me balanceo entre el pasado y la nada, lo incierto, y aunque nunca camino ni caminaré solo, el paso definitivo se me hace realmente difícil.

El viento de Otoño, indefectiblemente, arrastra las hojas que, por más que lo intenten, no pueden quedarse amarradas al suelo. Han de seguir el camino, sea cual sea, que el viento les otorga.

Es por todo esto que hace poco me esfuerzo en grabar en mi memoria cada color, olor y sonido, cada rostro de cada hoja que continuará aquí y se irá como yo, para que nunca este lugar deje mi memoria, para recordarlo como mi taller, el que me ensambló y ahora me envía al mundo real , el de ahí fuera.

Si notas una ligera presión al atravesar la cristalera, debe de ser el recuerdo de tantos como yo, que se van, pero nunca dejan de estar, y permanecerán siempre en el lugar que les acompañó durante toda una vida.

No cierres al salir, porque Pepe se sabe de memoria cada llave de cada puerta. Y despídete de él al irte, porque siempre tuve la sensación de que es algo más que el guardián de la escuela, y además, seguro que le gusta.

Te vas, y es inevitable, pero en tu fondo, en mi fondo, sabemos que volveremos.

martes, 18 de septiembre de 2012

00:50


Me da igual lo que hablen, intenten, o sientan. Me da igual si está brillando el Sol o se está ocultando la Luna. Si estás drogado o durmiendo. Si pasa el tiempo. Si juegas a morder labios. Si queréis matarme o encumbrarme. Si la luz está cegando la verdad, o son todo "conspiranoias" absurdas. Me da igual si os sentís mal, porque siempre alguien se sentirá peor. Me da igual absolutamente todo.

Solo me importa que llueva o que deje de hacerlo. Y no quiero que deje de llover, por mucho que me ahogue, por mucho que me moje, por mucho frío que tenga. No dejes de llover, no quiero que dejes de llover.
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Las verdaderas historias de amor no empiezan con una mirada. No empiezan con un cruce casual, ni con un destino que marca el choque. No empiezan con un hombre perfecto y una mujer perfecta. No empiezan con besos apasionados bajo la lluvia de París en un cielo que se torna grisáceo y azul a su vez. No empiezan con un latido acompasado entre dos hombres. Ni entre dos mujeres. Ni entre un hombre y una mujer. Las verdaderas historias de amor no empiezan cuando te percatas de las mariposas en el estómago.

Las verdaderas historias de amor solo empiezan cuando los implicados, en su vida, lo último que quieren exhalar, es el aliento del amado.
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Si, hoy estoy poco ingenioso, así que me remitiré a la probabilidad de siempre por la que sabréis como soy.
Probablemente mi vida sea el Blade Runner Blues con lluvia de fondo, claroscuro de amor y odio, bourbon barato, y una herida incipiente en el labio inferior. Claro que quiero hacer de mi vida un recuerdo, pero no uno dulce, sí uno real. Con sus defensores y sus detractores. No quiero pasar sin más como todos esos necios que portan el maletín con el logo de su empresa firmando papeles que a la Tierra no le son importantes. Quiero llegar a ser arte, comprender el arte, y borrar todas las fronteras que tiene el ser un humano más. Un chillido reverberante en el espacio queda mudo. Una palabra sin ojos queda sorda. Despiértame cuando vuelva la tormenta, procura que este ella a mi lado.

martes, 11 de septiembre de 2012

Solo somos.



Solo somos un equilibrio entre partículas minúsculas. Tus pensamientos están dictados por estrictas leyes físicas que desconocemos. El ser humano no está capacitado para afrontar que no es nada, de lo contrario, se autoinmolaría en la búsqueda del placer por el placer, sin control. Y lo peor de todo es esa importancia con la que hablas. Esos escritos que ponen en evidencia tu afán de protagonismo, de demostrar lo que no eres, de buscar importancia en un universo que, al contrario de lo que crees, no gira en torno a ti. Que no te engañen. Que no te engañes. 
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No tengo miedo.

A tenerte. A perderte. A haberte perdido. A reemplazarte. A pensar en ti habiéndote reemplazado. A que vuelvas a mi vida. A no olvidarte.

 ¿Podemos empezar a jugar ya?
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Mi vida se ha convertido en un desbarajuste de horarios, personas, ausencia de pensamientos y sentimientos por  casi todo y todos, carencia de alma, y pasividad que me asusta.
¿Culpa?
La única culpa esta en ser humano, y en como todo ser humano, querer creer en algo, y querer creer en querer.

miércoles, 29 de agosto de 2012

Virtud.



La persona detenida, debe ser informada de modo que pueda comprender, de los hechos delictivos de los que se le acusa y de las razones que han dado lugar a su detención, así como de los derechos que le asisten, (art. 520 LECr) especialmente de los siguientes:

Derecho a guardar silencio no declarando si no lo desea, a no contestar alguna o algunas de las preguntas que le planteen, y tendrá derecho a manifestar que sólo declarará ante el Juez.

Derecho a no declarar contra sí mismo y a no confesarse culpable.

Derecho a designar libremente abogado y a pedir que asista a actos de declaración y que intervenga en cualquier reconocimiento de identidad de que sea objeto.
Si el detenido o preso no designara abogado, se le designará uno de oficio por parte de la autoridad judicial o funcionario que le custodie, quien deberá acudir al centro de detención a la mayor brevedad posible.

Derecho a que se informe al familiar o persona que desee, el hecho de la detención y el lugar de custodia en que se halle en cada momento.

Los extranjeros tendrán derecho a que las circunstancias anteriores se comuniquen a la Oficina Consular de su país.

Derecho a ser asistido por un intérprete de forma gratuita si el extranjero no comprende o no habla el castellano.

Derecho a ser reconocido por el Médico Forense o su sustituto legal y, en su defecto por el Médico forense de la Institución en que se encuentre, o por cualquier otro dependiente del Estado o de otras Administraciones Públicas.

Si se trata de un menor de edad o incapacitado, la autoridad que custodie al detenido informará de los hechos a quienes ejerzan la patria potestad , la tutela o la guarda de hecho del menor y, si no se las encontrase, se informará inmediatamente al Ministerio Fiscal.
Si el detenido menor o incapacitado, fuese además extranjero, la detención se comunicará al Cónsul de su país.


¿Dónde está el derecho a ser feliz?


Lo que debía ser un derecho, ella lo transformó en virtud.

domingo, 5 de agosto de 2012

Bombos.

Otro amanecer.
El miedo. Negar el miedo es admitirlo. Porque no vas diciendo sobre todas las cosas "esto no me da miedo". Para negar que algo te da miedo, tiene que infundir miedo. Pavor. El hombre teme lo desconocido. La muerte. Oscuridad. El hombre solo se siente bien cuando posee las cosas, las domina y es capaz de jugar con ellas.

Siempre puedo hacer una oda a las patatas fritas. Si Neruda puede, yo puedo. Puto Neruda, que genio. Oda a las papas fritas. Es que a nadie se le podía ocurrir.

Sí, hoy estoy muy poco ingenioso. Podría hacer una poesía de amor, pero eso sería ser demasiado poco ingenioso.

El dolor hace que tenga más aprecio a mis vicios y ser reacio de corazón.

¿Por qué relacionan el amor con el corazón? Nunca me pareció lógico. En el amor entran en juego los pensamientos, el sexo, el tacto, la lengua, la vista, el oído...pero el corazón no. El corazón simplemente palpita más rápido o despacio según estos desvaríos llamados amor. Y no es porque el lo decida. El corazón en el amor es el pasivo de la relación. No sé, es bastante estúpido. Como diría un gran amigo mío, "Típico de los hombres".

Ahora, a ver si me sale una historia o algo.

 Miopía (I)

Cuando no recordar se convierte en hábito, no recordar se convierte en problema. Era el tercer día consecutivo que despertaba en su habitación, con ardor de estómago, barba de 3 días (6 días, ya que era el tercer día) y sin recordar nada de lo acontecido el día anterior. No tenía ropa, pero tampoco había fémina a su lado. Vivir con resaca era más agradable que vivir sin memoria. Era lo de siempre, las 15:30, en paro, desayunando Cheerios de marca blanca, con pocas ganas de vivir, y muchas de beber. Hacía tiempo que no iban bien las cosas en su vida. Pero el no lo recordaba. Las neuronas se resentían de noches locas. O, al menos, noches descontroladas.

En su cartera los dos envoltorios de preservativo indicaban que algo bueno había sucedido anoche. O al menos, que no tenía ni sida, ni algún hijo secreto.

En las noticias, destrucción. En su cabeza también. No estaba para tonterías. Lo mejor era dar un paseo para despejarse e intentar recordar algo de la noche anterior. Tenía el pómulo marcado en negro. Negro e hinchado. Se percató en el ascensor. No le dolía, así que no sabía con exactitud la noche del altercado.

Sin lentillas. Todo el mundo le parecía sospechoso. Todos miraban mal.

Lo último que escuchó mientras caminaba por la acera fue el freno de mano de un coche. Nunca llegó a ver que coche era. Nadie lo vió. La vida no pasa por delante de tus ojos si no sabes que vas a morir. Ni cuando las balas corren más que los recuerdos. Y menos aún si las balas no tienen recuerdos a los que adelantar. Nadie supo por qué.

Sin embargo, las teorías de los informativos se aseguraron de que la gente no se preocupase por un alcohólico con deudas de dudosa legalidad.

Sin embargo, las vecinas se aseguraron de recalcar los conflictos severos que tenía con todo el bloque, pese a llevar 2 meses en el vecindario, y 1 y medio fuera por asuntos familiares.

Sin embargo, ella lloró desconsoladamente la muerte de un desconocido.

Sin embargo, él sabía por qué lo había matado. Y por qué consolaba a la dama despechada.

Sin embargo, él murió sin saber lo terrible que era, lo violento que era, lo amado que era y lo odiado que era.

Su muerte parecía ser el principio de su historia.

sábado, 4 de agosto de 2012

Modas.


Está de moda creerse intelectual. Es divertido. Soys (ya sé que es con i latina, lo sé) divertidos. Neo-intelectuales. Nombran a "niche", "can", "Aristóteles", "witguenstain", a "ortega" y a "gaset" entre otros. No tío. Yo no me he tirado horas leyendo la filosofía de esta gente. Y aunque lo hubiese hecho, no voy a presumir de ello, no entra en mi filosofía (valga la redundancia).

Están de moda los escritos por niños incomprendidos. Me explico. Son aproximadamente unos 3 millones de jóvenes, con las ideas más o menos parecidas, dentro de una u otra "cultura urbana" que explican que el mundo es una mierda, que si te caes, hay que levantarse, que quieren mucho a sus padres (ésta es opcional) , con términos más grandes que sus lenguas. Tío, en serio. Prefiero decir estoy hasta la polla que decir "el sol ya no brilla con la misma intensidad en este invierno sobrecargado de oscuras sombras y pájaros metálicos que recuerdan lo triste de mi existencia". Para un libro...bueno, para un blog... bueno. Pero para tu Tuenti, tronco...que te leen cuatro personajes con las mismas ideas que tú, que te van a decir "estoy aquí para todo" cuando...no. Estarán ahí para todo lo bueno, y para hablarte por Whats App y decirte "ese cabrón no merecía la pena, tú vales más". Admitidlo, dais mucha pena. Yo quizá también la dé, de hecho es lo más probable, pero si analizase mi conciencia, estaría muy tranquilo.

Tranquilidad. Debe ser lo que sentiré el día que dejéis de creeros más de lo que soys.

Me aburro, tengo sueño, pero estoy pesao, así que voy a hacer un análisis poco serio de la sociedad.

El niño gritón. El niño gritón es el espécimen por antonomasia que vas a encontrarte en cualquier lugar cerrado en el que vas a pasar más de una hora. Se caracteriza por sus gritos aberrantes, lloriqueos, pataletas y demás artimañas que pueden llegar a sacar de quicio incluso al personajazo ese de la guardia inglesa que lleva un sombrero gigante. Suele llorar porque se le cae un coche, pelota, o parecido, que lanza continuamente para que su padre/madre en cuestión lo recoja. Con estos seres es injustificable el no uso de violencia. Eso sí, si te quejas, eres una mala persona, incomprensiva, ya que él "solo" es un niño y no sabe lo que hace. Conclusión: las dos hostias se las merece el niño, la madre por permitirlo, y la señora de enfrente que le hace carantoñas para ver si se calla.

El/la ancian@ que se queja del transporte público. Es de los seres que más asco me dan. Tras estar esperando el mismo tiempo que yo al autobús, un tiempo estándar de 20 minutos, variable según el día, entran quejándose al conductor con frases como "conduce mejor mi nieto", "llevo esperando una hora y media (falso)", "caray, como ha subido el autobús. Esto es culpa de Zapatero", "pago para llegar rápido a mi destino", "ha dejado la puerta de atrás entre dos coches y no puedo pasar, usted es un inútil" y demás frases que quieran imaginar. Me saca de quicio que un hombre que lleva 6 horas al volante dentro de un mismo recorrido tenga que aguantar las voces del inserso. Si tanto les molesta un conductor al cual no le pagan por soportar viejos cascarrabias que el billete de autobús les sale por 11 euros de mierda (recuerdo que a los jóvenes como yo son 38 euros, y eso que se supone que no tenemos ingresos) y que dan vueltas en el autobús por mero placer, porque "¿Dónde estás corazón?" no empieza hasta la noche, y tienen que hacer tiempo gritando al pobre hombre que hace esa puta rutina repetitiva para dar de comer a su familia. Si tanto le molesta el puto transporte público, vaya en taxi, o contrate un chófer, que para ese abrigo de visón sí que tenía dinero, pero no para un taxi. Viej@s estúpid@s.

Seguiré analizando especímenes que odio de la sociedad otro día, que ahora estoy apunto de caer derrotado sobre el teclado.

domingo, 22 de julio de 2012

Pensar.

Pensar. Es bueno. En exceso, lo peor que te puede pasar. Pero piensa, joder, piensa. Es mejor pensar que acabar como el resto de gente, luchando por una vida de mierda la cual encima parece gustarles, con su Play Station, su Nissan, su lavadora y su televisión de plasma. La vida es más que eso. La vida es intentar dejar huella, o morir en el intento.

viernes, 13 de julio de 2012

Extremos


Los extremos, últimamente se han hecho prácticamente mis familiares, tanto por discusiones políticas que acaban en algo más que simple palabras, como por cambiar de extremo a extremo en el trato de una persona. Extremos, son fascinantes. Ejemplifiquemos.
Siempre no es suficiente.
Nunca es demasiado.
Todo cabe en mis manos.
Nada no es abarcable.
Sí no siempre es bueno.
No a veces sí lo es.
No no siempre es bueno.
Sí a veces no lo es.
Nada es abarcable.
Todo no cabe en mis manos.
Nunca es demasiado poco.
Siempre es más que suficiente.

Los extremos se tocan. Llevados a particularidades, un extremo puede perfectamente ser el otro. Pasemos a los ejemplos.

Siempre no es suficiente para disfrutarla.
Nunca es demasiado tarde, excepto cuando nunca es todo lo que queda.
Todo cabe en mis manos si sustentan las suyas.
Nada no es abarcable, ya que si abarcas algo, deja de ser nada.
Sí no siempre es bueno.
No a veces sí lo es.
No a veces no es bueno.
Sí siempre es bueno.
Nada es abarcable, pues es lo que abarco cuando no tengo intención de abarcar.
Todo no cabe en mis manos, y mucho menos los sentimientos que me provoca.
Nunca es demasiado poco cuando prometo nunca olvidarla.
Siempre es más que suficiente, si siempre existiésemos en algún lugar alejado de la mano del tiempo.

Conclusión: No seas extremista.

Esta era solo algo que me apetecía decir. Nothing more.

Hoy tengo sueño. Ayer me acosté excesivamente tarde, lo típico, hablando con quien realmente quieres hablar el tiempo se vuelve muy abstracto, y si encima te levantas pronto, solo para poder hablar con dicha persona, pues te mueres de sueño. EL sueño. Los sueños me encantan. Dicen que es el único momento en el que un hombre es libre, ya que no tiene que estar preso de las decisiones, simplemente observa lo que pasa, y en realidad, pasa lo que la mente quiere que pase. Sin trampa. Sin cartón. Sin un guión que siguen los protagonistas. Sin un cuadro que marque la diferencia entre el fuera y el dentro de campo. Realmente, sin figuras definidas. O sí. Depende de la mente, supongo.
La mente humana es un misterio aún mayor que el universo. Falso. Pero es interesante. Es divertido analizar la mente de las personas, y adivinar lo que van a hacer. Es gratificante que te den la razón. Saber los comportamientos de las personas. Rara vez fallo. O sí, pero mi mente me hace creer que tengo razón.

Podría escribir poesía. Pero soy demasiado insignificante para hacerlo.
Podría escribir prosa. Pero soy demasiado insignificante para hacerlo.
Podría escribir teatro. Pero soy demasiado insignificante para hacerlo.
Asique, decidí escribir pensando en ella, para no faltar el respeto a ninguna de las artes escritas.

Eso es solo otra chorrada que me apetecía decir.

Esa chica es música. Os lo juro tíos. Y me encanta esa metáfora, y me encanta ella. La música. Tenía que dedicarle algo a uno de mis principales motivos de existencia. Sin música, la vida sería un error, decía Nietszche. Yo digo que sin música, la vida no sería vida, sería una putada. Uso la música para todo. Para poder ignorar las voces de aquellas personas que me rodean en el transporte público, personas egoístas, con conversaciones no mucho más divertidas que las mías, probablemente, pero para mí, mucho menos importantes. Vivo la música. La amo. Aprecio muchísimo su compañía en malos momentos, pero la apreció mucho más en los buenos. Y también al contrario, como un círculo vicioso. Me veo representado en aquella frase que dice que "X" tipo de persona andaba siguiendo los compases de la música que escucha. Es completamente cierto. Normalmente voy caminando siguiendo ese ritmo de bajo, ese solazo de guitarra, o esa jodidamente increíble melodía de Clapton, o los 4x4 que normalmente inundan mi oído. Hacer música es de lo mejor que me ha pasado probablemente en la vida.

La vida. Una vez más, creo que le dedico demasiado tiempo a pensar en la vida. Ninguno la apreciamos tanto como deberíamos. Y sin embargo, comprendo perfectamente a aquel que odia su vida. La vida puede ser maravillosa, decía un genio de los micrófonos. También puede ser una pesadilla. Esos momentos en los que te hundes probablemente sean más numerosos que los momentos en los que te sientes inmortal. Y sin embargo, merece tantísimo la pena sentirse inmortal, que los momentos malos quedan en anécdota en el pasado. Y se hacen eternos en el presente. Y el futuro, me da igual, mientras ella este en él. Indiferencia.

Indiferencia. Es lo que siento cuando veo pasar a esa tia que intenta atraer todas las miradas. Puedo mirarla el culo y sin embargo,  sigo con un interior vacío en el que solo hay hueco para una persona. Sí...yo tampoco cambiaba esa sensación por nada.

Música,  probablemente te lo debo casi  todo.
El hacer música, probablemente se lo debo todo a ella.

jueves, 12 de julio de 2012

Desvario. (I)


Empezaré por lo primero, que siempre se pasa alguna vez por la cabeza de alguien. El suicidio es el límite que jamás me gustaría conocer. Un impulso que mezcla valentía y cobardía a partes iguales. La gente ve mal el suicidio. Acusan a los suicidas de egoistas, egocéntricos, malas personas. No lo veo así. La sociedad es la culpable de empujar a los individuos a tal decisión. No solo, pero en gran parte. ¿Nunca has mirado la distancia que te separa de la calle desde tu ventana con cierto misterio? Te estás mintiendo. ¿Nunca has amenazado en falso suicidarte? Sigues mintiendo. Yo conocí a una persona que utilizaba las amenazas de suicidio en vano, de una forma un tanto patética. Odio que bromeen con esas cosas, tanto como a los emos, a las exnovias que amenazan con ello si las dejas, a los falsos depresivos, y a toda esa panda de gentuza que busca llamar la atención.

Depresiones. Caracterísitca de los domingos. Las depresiones, el melancoholismo, generan adicción. Es terrible sentirse adicto del peor sentimiento que existe. Sentimiento, estado mental. Llámalo como quieras. Dentro de una depresión uno se siente atrapado. No es que no se sea feliz estando deprimido, es que un ser deprimido tampoco tiene motivos por los que dejar de serlo. Yonkis de la tristeza. Cuanto más preguntes "¿Qué tal?", peor voy a estar, subnormal, no necesito falsas compasiones. No te importa mi vida. No me importa la tuya. Deja el ciclo tal y como está. Los depresivos no buscan dar pena para llorar en tus tetas. Las depresivas no buscan dar pena para ver Titanic contigo, machote. Los niñatos y niñatas, sí.

Eso era algo que no quería dejar para mañana.

Mañana. Es la promesa eterna. Mañana cambiaré. Mañana haré lo que debo. Mañana venceré a mis defectos. Mañana es perfecto para prometer. Porque el mañana nunca llega. Mañana. Mañana es el día. Siempre pienso esto. Porque es más fácil vivir pendiente del mañana, la presión de hoy la pospones, eternamente. Y, sin embargo, me ahoga la presión, incluso dejándola para mañana. A ti también, si eres de los míos. No hablo de "hacer los deberes el último día". Me refiero a otro tipo de cosas. Mañana prometo cambiar mi personalidad. Ser más lanzado. Más comedido. Menos cortado. Menos o más. Menos o más. No es cuestión de fuerza de voluntad. Me refiero a cambiar la esencia de una persona. Es imposible cambiar a una persona en esencia. O al menos, es imposible en mi persona. Total, soy un poco torpe, tampoco esperes que me explique mejor de lo que lo he hecho.

"La belleza no existe, solo la percepción de la belleza". Al final, nada existe, todo son los padres.

martes, 10 de julio de 2012

She.

“Él”.

Afrontaba con intriga su destino. Rodeado por el gentío, cuyo ego absorbía toda la atención dentro de cada componente. Sólo. La fuerza le empujaba a continuar su camino. La sombra más oscura era seguida del blanco cegador. La sombra más oscura incluía neblina que intentaba camuflar de agradable lo desconocido. El blanco se fundía con borrones negros que demostraban que lo iluminado incluye el factor de un azar contrario. O favorable. Pero desconocido. Detrás, empujan. A un lado, el infinito. Al otro, la presión, el peligro. Segundos para tomar una decisión, que habría de tomar mientras la inmersión en otra serie de pensamientos provocaba severa montonera de voces que aturden a la lógica, y empujan a la locura. No hay concentración, ni tiempo. Nunca hay tiempo. El invento peor administrado de la lógica humana. Tic. Tac. Corre. Y afrontó aquel paso de cebra como si el destino le fuese en ello.

“Él (II)”.

Le recordaba de ayer en el bar. No era el típico borracho que montaba broncas. No. Un tipo solitario, al fondo de la barra, con su vaso cargado de algún alcohol barato, con mirada perdida en el horizonte. Nadie le dirigía la palabra, ni él pretendía que lo hiciesen. Los gestos eran una mezcla de circunstancia, indiferencia y poca pasión por vivir. La marca en el pómulo parecía indicar que quizá no siempre era un alcohólico pacífico. Alguna reyerta anterior, o alguna deuda sin pagar. Cualquiera sabía.
Fue entonces cuando se sentó a su lado aquella chica. Bella, muy bella. Demasiado bella para alguien así. Me indignaba. Yo tampoco tenía nada mejor que hacer aquel día más que inmiscuirme en vidas ajenas, buscando, supongo, algo interesante en lo que pensar. Captaba palabras sueltas que no me llevaban a ninguna conclusión. Muchos nombres, más motes, y alguna palabra característica del argot barriobajero. Un tatuaje encima del trasero, un tribal, era lo poquito característico de esa mujer, aparte de su belleza. Morena, creo recordar. De altura media.
Poco después entro un hombre tamaño armario empotrado, apartó a ambos, y dejó un objeto en la copa del hombre ebrio. Se fue, sin mediar palabra. Fue entonces cuando la mujer salió corriendo. El hombre, en cambio, siguió bebiendo de la copa, sin inmutarse ni lo más mínimo, sosteniendo con el labio el objeto del vaso para no tragárselo. Buscó en sus bolsillos el dinero que debía pagar, y dando tumbos, salió por la puerta.
Fue una situación un tanto extraña. La tasca estaba semi vacía, y la gente estaba más interesada en mantener sus conversaciones que en la situación dantesca acontecida. El dueño del bar, al coger el vaso, se acercó a mí, para preguntarme por lo acontecido. "¿Por qué crees que lo sé, y por qué quieres saberlo?"
"El motivo por el que sé que lo sabes es que eres el único que no tiene nada que hacer más que dar vueltas con la pajita a tu horchata, y alguien con tu cara tiene toda la pinta de ser un cotilla. El motivo por el que quiero saberlo es que no quiero que la vida de un cliente que no molesta, paga, y es agradecido, corra peligro".
Fue entonces cuando me fui corriendo de allí. En la barra, junto a mí vaso de horchata, a medias, la bala, siento no saber el calibre, que supuestamente se encontraba en la copa del joven alcohólico. Sí, era joven, o al menos esa fue mi impresión. ¿Algo más, señor comisario?

miércoles, 4 de julio de 2012

Querido yo.


Querido yo.

Te escribo esta carta para que dejes de dar por culo con tus tonterías. Tu vida es envidiable, te lo aseguro, no tienes motivos para sentirte así. Deberías empezar ya mismo a comerte el mundo y a cumplir tus sueños, en vez de encerrarte dentro de ti mismo, anclándote en la escala de grises que cubre tu interior. Eres imbécil. Imbécil, consciente de ello, y no haces nada por evitarlo. Te sientes cansado de descansar. Llevas meses sin obligaciones más allá de las puramente humanas. Eres todo lo libre que se puede ser en esta sociedad, que no es mucho, pero no hay más de momento. Tienes amigos, una chica genial  por la que luchar, familia que no te odia del todo, lujos que ya quisiera muchísima gente.

Lo peor es sentirte vivo con sensaciones de locura, y que no sean ni semisatisfactorias. Que tengas que resignarte a la mala vida para resignarte a la vida porque sí. Resignarte a tu bajo para no estallar. Quizá el no estallar sea lo que te reviente. O quizá sea la monotonía a la que te obligas. Tienes mil salidas, y prefieres esperar a mañana, a ver si tienes alguna más, para poder desaprovecharla. Mañana quizá te des cuenta, pero pasado mañana seguro, y será tarde. La vida que tienes por delante no es un regalo, sino una conincidencia. Sírvete de la fortuna, y no pienses en la desdicha, ni en los despropósitos ni en las rutinas. Olvídate de tu destino más lejano, y quédate con lo cercano. Lo que va a venir, va a venir, te pongas como te pongas, y si te pones a pensar en ello amargándote la actualidad, eres estúpido. Sí, lo pienso, eres estúpido.

Posiblemente mañana sigas igual, pero yo ya he hecho lo que debía. Ahora depende de ti.

lunes, 2 de julio de 2012

3:16

Esto es importante si quieres entablar una relación personal conmigo, en la mayor parte de los casos... NO ME IMPORTA TU VIDA. Y si me llega a importar, eres realmente importante. 

En fin, debería describirme, poner mis gustos, como soy, o mi peli favorita, una canción que me guste, o una frase bonita, pero no, demasiado típico. Realmente mi vida no tiene una mierda de particular, pero si encuentro particular la de todos los que están a vuestro alrededor. Probablemente mi vida sea un blues con lluvia de fondo, claroscuro de amor y odio, bourbon barato, una persona a la que quiero y por la cuál no soy correspondido y una herida incipiente en el labio inferior. Claro que quiero hacer de mi vida un recuerdo, pero no uno dulce, sí uno real. Con sus defensores y sus detractores. No quiero pasar sin más como todos esos necios que portan el maletín con el logo de su empresa firmando papeles que a la Tierra no le son importantes, o esas parejas que van al cine dados de la mano y se creen hechos el uno para el otro, no, eso es fachada, una fachada demasiado real. Quiero llegar a ser arte, comprender el arte, y borrar todas las fronteras que tiene el ser un simple humano más. Un chillido reverberante en el espacio que queda mudo. Una palabra sin ojos que queda sorda. Despiértame cuando vuelva la tormenta.
Procura que sea ella la que vea al despertar, pues en su mirada se encuentra mi verdad.

Esto siempre me ha impresionado, lo descubrí la primera vez que lo vi en un póster en el cuarto contiguo al mio, tenia 10 años, o por ahí, pero estoy seguro de que nunca se me olvidará. "Elige la vida. Elige una carrera. Elige una familia. Elige un televisor grande que te cagas. Elige lavadoras, coches, equipos de compact disc y abrelatas eléctricos. Elige buena salud, colesterol bajo y seguro dental. Elige hipoteca a interés fijo. Elige un piso piloto. Elige a tus amigos. Elige ropa deportiva y maletas a juego. Elige pagar a plazos un traje de marca en una amplia gama de putos tejidos. Elige bricolaje y preguntarte quién coño eres los domingos por la mañana. Elige sentarte en el sofá a ver teleconcursos que embotan la mente y aplastan el espíritu mientras llenas tu boca de comida basura. Elige pudrirte de viejo cagándote y meándote encima en un asilo miserable, siendo una carga para los niñatos egoístas y hechos polvo que has engendrado para reemplazarte. Elige tu futuro. Elige la vida… ¿pero por qué iba yo a querer hacer algo así? Yo elegí no elegir la vida: elegí otra cosa. ¿Y las razones? No hay razones. ¿Quién necesita razones cuando tienes heroína?".


El comienzo.

Bueno, con esta entrada supongo que doy comienzo a mi blog. Este blog no cumple ninguna función específica, probablemente seas el único que esta leyendo esta entrada, solo quiero plasmar aquí párrafos dignos de recordar que han quedado en el olvido, opiniones que tengo sobre diferentes temas, desahogos nocturnos en noches de mierda, de esas que acaban cuando el sol esta empezando a salir y te abraza en tu sueño, y poco más, así que espero que al menos haga pensar a las escasas personas que lo lean.